Nuestra vida es cíclica y también son nuestras amistades. Nada es para siempre y podemos aprender de ello.
Siempre escuchamos la frase “si realmente amas a alguien, déjalo ir“. Creo que normalmente pensamos que esto solo se aplica a nuestras relaciones amorosas, pero en verdad también se trata de
lo que haces con tus amistades.
Es cierto que uno elige a los amigos, a veces de manera inconsciente, pero esas decisiones voluntarias no amarran a la otra persona a ti de por vida. A lo largo de nuestra vida,
iremos conociendo a más y más gente, y teniendo diversas experiencias que compartir. Estas también forjarán nuestro carácter, y puede que de manera natural, nos alejemos de ciertas personas, así como ellos también de nosotros.
Cuando eres más joven,
los lazos se sientes aún más intensos y tiendes a expresar mucho el cariño que sientes por tus amigos/as. Me sucedió que durante años tuve a una mejor amiga que adoraba. Solíamos decir (creo que aún podría seguir siendo así) que éramos la misma pero en versión rubia o morena. Mucho tiempo
era mi confidente, me cambié de escuela y fue muy doloroso para ambas, pero mantuvimos nuestra amistad. Compartíamos todo y nos veíamos lo más que podíamos. Con los años, y en especial al entrar a la universidad, ni siquiera noté el momento en que
nos habíamos distanciado. Ya no nos veíamos hace meses y no me sentía con la misma libertad para llamarla y juntarnos al día siguiente.
Al comienzo sentí una gran desilusión y
me cuestioné mucho mi rol de amiga, pero luego, al ver que ella estaba bien y que una vez que nos encontramos fue todo muy agradable, me di cuenta que solo habíamos avanzado. Las dos por diversos caminos, ya no tan juntas, pero
el cariño seguía existiendo, el respeto también. Y
no podía aferrarme a ella ni forzar la relación, pues no se sentía natural.
Nos puede costar aceptar el fluir de las relaciones humanas que tenemos y cómo van acabando, sin que podamos hacer mucho. Sentiremos impotencia y nos preguntaremos si hay algo mal con nosotras. Puede que sí, y es rol de cada uno examinar sus acciones, pero por lo general, no tienes nada de que arrepentirte.
La vida va avanzando y cerramos ciclos, también nosotros saldremos de la vida de otros, y no por eso el mundo se va a acabar.
También esto se trata de tener la capacidad de darte cuenta
cuando una amistad no te está haciendo bien. Es ahí cuando debes recordar lo que dijo Robert Tew: “
Respétate lo suficiente para alejarte de quien sea o lo que sea que ya no te merece, ni te edifica ni te hace feliz“.
No hay una receta para que estas situaciones no te dejen pensando o con una sensación de “
¿y qué pasaría si…?“, pero
todo tendrá una enseñanza al final. Alejarse de alguien no siempre tiene que ver con que se extinga el cariño. Depende de ti siempre mantener el respeto por esas personas, que por las cosas que han vivido, de seguro que permanecerá. Se encontrarán y no será incómodo, sino que alegre.
Debemos aceptar que las cosas cambian, y si estás bien así, no debes torturarte más.
Todos sin excepción cambiamos, o nos mudamos, y vivimos tantas cosas constantemente, que es difícil que nuestra vida y entorno permanezca siempre del mismo modo, como si fuera un c
uadro en el que nos movemos. Las cosas no son así. Y también debes tener la fortaleza para no depender enteramente de otros y poder vivir tranquila. Avanza, no te estanques. Todas esas personas fueron aprendizajes, aunque ya no vuelvan a ti.